Según explica el director de la investigación, Jon Leonardo, en medio de la satisfacción general emergen dos focos «de preocupación» junto a Bilbao La Vieja: Zorroza y Olabeaga y parte de Rekalde.
Dentro de un mismo distrito hay diferencias «significativas», sobre todo en el número 8. Basurto va por un lado y Zorroza y Olabeaga, especialmente el primer barrio, por otro. Su índice de riesgo, con el que los residentes miden los problemas de su entorno, es de 5,39, más del doble de la media de Bilbao. De los 16 indicadores que se tienen en cuenta, nueve aparecen destacados en rojo: falta de aparcamientos -esta es la queja común a todos los bilbaínos- malos olores, ruidos, contaminación atmosférica, barreras arquitectónicas, escasez de zonas peatonales, droga, delincuencia y transporte público deficiente. Retrato de un entorno urbano poco acogedor.
Supera incluso el nivel de descontento de Bilbao La Vieja, que sigue siendo importante (4,8 sobre 10). Esta es la única zona de Bilbao donde la delincuencia es la primera preocupación de los residentes. ¿Hay algo que les moleste más que dar vueltas y vueltas para aparcar? En algunos barrios sí, y las respuestas son elocuentes. En Arangoiti, el transporte público; en Arabella y Zurbaran, las barreras arquitectónicas; y en Amezola, Altamira, Masustegi y Basurto, el ruido.
La contaminación acústica molesta mucho a los bilbaínos. Ha escalado posiciones y ocupa el segundo lugar entre los problemas sociales y urbanísticos tras los aparcamientos y antes que las barreras arquitectónicas y la delincuencia. En seguridad ciudadana hay un toque de atención de los vecinos de Rekalde. El 65% cree que «ha empeorado» en los dos últimos años y destaca la preocupación en Iralabarri, Iturrigorri y San Adrián.
En este segundo informe, basado en 1.223 encuestas, se incluye por primera vez Miribilla como una zona diferenciada. «No tiene nada que ver con el resto del distrito de Ibaiondo», describe Leonardo. «Un barrio joven, de clase media alta, satisfecho con sus equipamientos y servicios», que no deja de reclamar su centro de salud. El estudio pone la lupa en los problemas y amplía la perspectiva hasta el conjunto de Bilbao. En general, los encuestados ponen buena nota a la gestión municipal -«no suspende en ningún barrio»- valoran su calidad de vida y hacen suyos de forma «entusiasta» los logros alcanzados en la proyección internacional de la ciudad.
Fuente: Elcorreo.con
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