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Una dieta sana si comes de 'tupper'

La crisis ha vuelto a poner de moda las fiambreras, que ahora las llaman ‘tupper’. Se venden como rosquillas, hasta un 15% han aumentado sus ventas, porque cada vez las utilizan más personas, no sólo los escolares de Madrid, Valencia y Cataluña. En los comedores de empresa, comparten tartera y mantel los empleados que necesitan ajustarse el cinturón, que son la mayoría; los que tienen el tiempo contado para comer, que son casi todos, y quienes necesitan mantener una dieta ajustada a su estado de salud, que tampoco son minoría. En números redondos, hace sólo tres años, los ciudadanos que se llevaban la comida preparada de casa al trabajo representaban el 15% de la plantilla laboral de España. Hoy es ya el 28% y la cifra va en aumento.
 
¿Es posible comer de manera saludable, mantener lo que se conoce como una dieta sana y equilibrada, cuando se ha de alimentar uno a base de fiambrera durante cinco días a la semana? «Requiere un mínimo esfuerzo, pero definitivamente sí, es posible», contesta rotundo el nutricionista Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). «Si uno piensa en comer de tartera durante una semana, no pasa nada, puede tomar lo que más le apetezca; pero si eso se va a convertir en rutina, lo correcto sería organizar los menús, aunque sea de manera sencilla, para que nos falte ningún tipo de aporte», destaca el especialista.
Aranceta y su compañera de trabajo, Carmen Pérez, también nutricionista, han elaborado a petición de EL CORREO un decálogo para una dieta sana en tiempos de 'tuperware'. Si quiere evitar la epidemia de infartos, obesidad y diabetes con que amenaza la crisis económica a causa de la mala alimentación, intente seguir los siguientes consejos. Corren malos tiempos, pero se puede intentar comer correctamente.
1.- No haga de la comida algo monótono, porque lo acabará pagando su salud. Es posible jamar de una manera variada, sin tener que dedicar un montón de tiempo a la preparación del menú. Organícese. Si elabora un calendario de comidas para toda la semana, le resultará mucho más fácil llevarlo a la práctica.
2.- Algunos días puede llevarse para comer sandwiches o bocadillos que, bien elaborados, suponen una comida completa. Un sandwich vegetal, con lechuga, tomate, un poco de queso y pollo o pavo, desde el punto de vista alimentario, «podría estar muy bien». Contiene hidratos de carbono, proteínas y vegetales. Tiene además la ventaja de que apenas necesita refrigeración.
3.- Evite llevar en la fiambrera mahonesas y salsas que contengan nata o crema. Si no es posible mantenerlas a una temperatura constante de cuatro a seis grados corre el riesgo de sufrir una contaminación alimentaria. La comida que se lleva al trabajo, a menudo, se prepara la noche anterior, lo que facilita el desarrollo de bacterias que pueden dañar la salud. Si lo hace así, consérvela en la nevera de casa hasta la hora de salir.
4.- Una paella de pescado y verduras supone un buen plato único con el equivalente nutricional del bocadillo vegetal. Otra opción, especialmente si se dispone de un microondas para calentar la comida, es un buen plato de legumbres, lentejas por ejemplo, con sus correspondientes tropiezos. También unos canelones. Si cocina para varios días y utiliza el congelador, la tarea le resultará más sencilla. El cocido podría completarse con una segunda tartera con ensalada y fruta para el postre.
5.- Procure que su dieta incluya fruta y lleve la que sea fácil de manipular. Fresas, melón, fruta troceda. Evite la pera y el plátano, que se pierden con mayor facilidad. «Con un plato único con un poco de fruta puedes comer como un general».
6.- Si dispone de un poco más de tiempo y una fiambrera con dos ubicaciones, procure llevar dos platos de fácil preparación que le garanticen una comida completa. Podrían ser unos espaguetis de primero y después, unas albóndigas, un filete ruso o algo de bacalao. Si además se lleva un yogur o algo de fruta para media tarde, mejor todavía. Después de horas de trabajo, especialmente si se trata de una tarea de tipo intelectual, está demostrado que la glucosa y los nutrientes dejan de llegar bien al cerebro y la tarea se resiente. Una manzana o un yogur le devolverán la energía necesaria.
7.- Recuerde que una dieta equilibrada no es el resultado de un día, sino el perfil de lo que vaya consumiendo semana a semana. Las verduras deben constituir una parte esencial del menú; y una forma sencilla de incorporarlas es tomándolas en forma de puré, con unas acelgas salteadas o una ensalada césar. No olvide incluir fruta en su dieta.
8.- El pescado debe estar presente en el menú al menos dos o tres días de los cinco laborables. Si piensa llevar carne, hágala mejor con salsa para que no se quede seca. Pueden ser unas albóndigas, estofado de ternera, redondo. Otra posibilidad para ir variando es tomarse una tortilla uno de los días.
9.- Sería deseable que dispusiera de una nevera para evitar que los alimentos pierdan o, lo que sería peor, se pasen. Si no la tiene en el trabajo, utilice si le es posible bolsas térmicas para el transporte y mantenimiento de sus tarteras.
10.- Coma preferiblemente con agua. También puede refrescarse con zumo de frutas, gazpacho o infusiones. Está más que demostrado que un vaso de vino en la comida es cardiosaludable, pero resérvelo para la cena. Cuanto más despejado y atento esté en su trabajo, mejor. Un botellín de agua en la mesa le ayudará a hidratarse de manea adecuada.
 
Fuente: El Correo

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